La pinza robótica o gripper se había concebido hasta el momento como un sistema formado por equipos neumáticos que, mediante la acción del aire comprimido, realizaba las acciones de sujeción o recogida de las pinzas.
Sin embargo, el avance de la mecatrónica ha hecho posible desarrollar pinzas eléctricas que mejoran las prestaciones de velocidad y potencia de la tecnología neumática, con la principal ventaja de una mayor facilidad en su regulación, lo que reduce además los costes de instalación y mantenimiento.
Existen varios factores decisivos para el desarrollo de aplicaciones de pinzas robóticas:
Esta gama de motores ofrece una alta densidad de potencia en motores compactos y muy ligeros, y aumenta la respuesta dinámica. De esta forma, se obtiene una gran velocidad en los movimientos de apertura y cierre de las pinzas. Sumado a la capacidad de generar pares de pico altos y la precisión en los movimientos de apertura y cierre, se obtiene la solución más eficiente y con una vida útil inmejorable.
Para optimizar el espacio en la arquitectura del robot, contamos con la electrónica de AMC, caracterizada por su alta densidad de potencia en tamaños muy reducidos, y los protocolos estándares de comunicación CANopen, EtherCAT, Modbus y POWERLINK, entre otros, para la comunicación con otros sistemas mecatrónicos.
Asimismo, ofrece el control de velocidad, posición o par con las diferentes opciones de feedback (encoders incrementales, absolutos, resolvers, halls y más). Y para aplicaciones donde la seguridad es primordial, existen también electrónicas de control con funciones de seguridad STO.
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